viernes, 30 de octubre de 2009

Comenario de Texto

Hola a todos, aqui les dejo el texto que nos ha mandado comentar para el próximo miercoles 4 la profesora Rufo Ysern:





8. La rebelión de Hermenegildo y la política anticatólica de Leovigildo.

            En aquel año, hubo una gran persecución contra los cristianos españoles, y muchos fueron desterrados, privados de sus bienes, asfixiados por el hambre, esclavizados en prisión, azotados y despedazados mediante suplicios diversos. La cabeza también de este crimen fue Goisvinta, que después del matrimonio con el rey Atanagildo la había tomado el rey Leovigildo (...). Por otra parte, el rey Leuvichildo tenía de otra esposa dos hijos, de los que el mayor había desposado a una hija de Sigiberto, y el menor otra de Chilperico. Pero Ingunda, hija del rey Sigiberto, conducida con gran pompa a España, fue recibida con gran regocijo por su abuela Goisvinta. Y no soportó que aquélla permaneciese por más tiempo en la fe católica: sino que, para rebautizarla en la herejía arriana, comenzó a atraparla con agradables pláticas. Pero aquélla, rechazándola varonilmente, empezó a decir (...) Esto confieso creerlo de todo corazón y nunca jamás daré la espalda a esta fe. Al oír aquélla estas palabras, encendida con el furor de la ira, cogiendo a la joven por sus cabellos la golpeó contra la tierra, y pateada durante un largo rato y manchada de sangre, ordenó desnudarla y sumergirla en una piscina [bautismal]; pero, como afirman muchos, nunca doblegó su afección a nuestra fe.
            Por su parte, Leuvichildo les dio una des sus ciudades, en la que residiendo ejerciesen el gobierno. Tras marchar a la cual comenzó Ingunda a convencer a su marido para que, abandonando el engaño de la herejía, reconociera la verdad del dogma católico. Lo que rechazando aquel durante bastante tiempo, conmovido finalmente a favor de sus razones, se convirtió al dogma católico; y en el momento de ser ungido se hizo llamar Juan. Lo que, tan pronto como oyó Leuvichildo, comenzó a buscar los medios con qué perderle. Pero teniendo aquél conocimiento de ello, se unió a la causa del emperador, ligando amistad con su lugarteniente, que entonces estaba atacando en España. Por su parte, Leuvichildo le envió un embajador diciéndole: Ven a mí, puesto que existen razones que podemos intercambiarnos a la vez. Y aquél: no iré, puesto que eres mi enemigo, por ser yo católico. Pero aquél, tras entregar al prefecto del emperador treinta mil sólidos, para que se negase a apoyarle, movilizado un ejército, vino contra él. Por su parte, Herminigildo, tras convocar a los griegos, marchó contra su padre, dejada en la ciudad su esposa. Y al echársele Leuvichildo encima por la espalda, abandonado del apoyo [de los griegos], viendo que en absoluto podía vencer, huyó a una iglesia que estaba próxima, diciendo: No vendrá sobre mí mi padre, pues sacrílego es que o el padre por el hijo, o el hijo por el padre, sea muerto. Al oír esto Leuvichildo le envió a su hermano que, jurándole que no sería humillado, le dijo: “Acércate tú y prostérnate ante los pies de nuestro padre, y todo te será perdonado”. Por su parte, pidió llamar a su padre, a cuyos pies se postró al entrar. Aquél, peor, abrazándole, le besó, y seducido con dulces palabras le condujo a su campamento. Y olvidándose de su juramento hizo una señal a sus hombres y mandó despojarle, ya preso, de sus vestimentas y le hizo ponerse un traje vil; y tras regresar a la ciudad de Toledo, quitándole sus criados, le envió al destierro tan sólo con un criadillo.
Gregorio de Tours: Historia francorum, 5, 38

miércoles, 14 de octubre de 2009

Empezamos con Historia Medieval de España

Aunque hasta ahora sólo hemos dado una introducción, la cosa parece que promete.
Para abrir boca os dejo aquí algunos mapas que he encontrado sobre el tema de los Visigodos y la configuración romana de Hispania.

Buscar en este blog